MI AVENTURA DE SER DOCENTE

La formación del profesional dentro de los procesos educativos y el ejercicio de la docencia ha sido escasa, de ahí que somos profesores por accidente como lo señala Steve, ingresamos a la docencia sin tener una formación pedagógica. y compartimos la necesidad de la formación y actualización docente, que fortalezca y enriquezcan nuestro conocimiento, para planear y organizar los contenidos programáticos con un enfoque en competencias, que deberán aprender los alumnos dentro del salón de clases; la disposición y la voluntad para el trabajo académico

Así compartimos la labor docente, encontrando nuestra identidad profesional, a partir de nuestra experiencia, nuestros conocimientos, y como lo señala el profesor José Julián: lo que somos, lo que hacemos y que lo deberíamos hacer. ¿Para qué?, ¿cómo?, ¿cuándo? Y ¿donde? Enseñar, hasta lograr alcanzar el gusto por la enseñanza, por la docencia a la que muchos aspiramos y dejar de ser profesores por error.

En cuanto a las diferencias, existe una gran diversidad profesional, en donde cada uno tiene su propia visión de lo que la enseñanza es y esta varía de acuerdo al subsistema en que se encuentre, a la formación y actualización que presenta.

Por lo anterior la diferencia que tenemos como profesores de la educación es mínima y por el contrario tenemos mucho en común, como enseñar y aprender o viceversa, porque no hay que olvidar que como profesores también aprendemos de los alumnos. Como dice Díaz Barriga el profesor proporciona el apoyo necesario para afrontar la tarea y obtener el conocimiento, pero el alumno con sus reacciones, indica constantemente al profesor sus necesidades y su comprensión de la situación. Es decir, no solo hay una asistencia del profesor al alumno, sino que docente y alumnos gestionan conjuntamente la enseñanza y el aprendizaje, en un proceso de participación guiada.